Atravesar por una crisis personal o vital es parte del curso natural de la vida, pero cuando no logramos superarla puede dar pie a un trastorno de adaptación. De hecho, los trastornos adaptativos son bastante frecuentes: se estima que aproximadamente un 20% de la población sufrirá uno en algún momento de sus vidas.
Sabias que:
¿Qué es una crisis personal?
¿Cómo saber si has desarrollado un trastorno adaptativo ante una crisis vital?
Cómo llegamos a una crisis vital
Las consecuencias de atravesar una crisis personal
Cómo superar las crisis personales
Una crisis personal es un acontecimiento que conduce a cambios importantes en nuestra vida. Cuando atravesamos una crisis personal esto acarrea ciertos conflictos que nos obligan a tomar decisiones que en otras circunstancias es probable que no hubiésemos siquiera valorado.
¿Qué es una crisis personal?
Existen diferentes tipos de crisis. En primer lugar, hallamos las crisis vitales evolutivas, que están relacionadas con las diferentes etapas que todos pasamos a lo largo de la vida, son cambios previsibles que nos plantean nuevos desafíos y que nos obligan a hacer determinadas reestructuraciones de nuestro “yo”. Las más usuales son: la crisis de la adolescencia, de la mitad de la vida y de la tercera edad, aunque no todas las personas viven estos cambios como una crisis.
En segundo lugar, hallamos las crisis situacionales, que están causadas por situaciones imprevistas y repentinas que representan un cambio para el que no estábamos preparados. El divorcio, la aparición de una enfermedad grave, la muerte de una persona querida, la pérdida del trabajo o incluso un cambio de ciudad son algunos de los acontecimientos que pueden dar pie a una crisis situacional.
Sin embargo, ya se trate de una crisis evolutiva o situacional, ambas se caracterizan por poseer una elevada carga emocional que afecta profundamente nuestra capacidad para enfrentar los problemas. Durante ese periodo muchos de nuestros hábitos se desestabilizan y nuestras habilidades para responder de manera adaptativa al medio disminuyen considerablemente. Esto implica cierto grado de incertidumbre y, en muchos casos, la sensación de pérdida del control y de impotencia.
Aunque el atravesar por una crisis personal o vital nos hace sentir mal, también representa una oportunidad para aprender algo nuevo, convertirnos en personas más resilientes y crecer. Las crisis nos permiten reflexionar y en muchas ocasiones promueven un cambio en nuestro sistema de valores y creencias. De hecho, a menudo estas situaciones nos obligan a replantearnos nuestros objetivos en la vida.
Por supuesto, para poder aprovechar la oportunidad de cambio que ofrece una crisis personal es importante que logremos recuperarnos de su impacto emocional y que tengamos el coraje de dar el paso que nos puede sacar de nuestra zona de confort, algo que suele ser muy atemorizante.
¿Cómo saber si has desarrollado un trastorno adaptativo ante una crisis vital?
Importante, la autoevaluación...
Generalmente una crisis personal o vital transcurre a través de diferentes etapas, parecidas a las que atravesamos en el duelo ante una pérdida. En un primer momento se instaura la sorpresa por los acontecimientos y poco a poco comenzamos a sentir un aumento de la tensión que puede provocar irritabilidad y una sensación de impotencia. Es probable que a continuación intentemos negar lo que está sucediendo, se trata de un mecanismo de defensa que nos ofrece el tiempo que necesitamos para reestructurar nuestros recursos psicológicos y poder hacerle frente a la situación.
En un segundo momento, comenzamos a aceptar desde el punto de vista racional lo que ha sucedido y nos plantearnos algunas preguntas. Durante esta fase los sentimientos que predominan suelen ser el desconcierto y el miedo. Más tarde se produce la aceptación emocional, una etapa compleja en la que podemos sentirnos enfadados, nerviosos, deprimidos o incluso pueden aparecer problemas psicosomáticos. Cuando todo transcurre bien, logramos superar la crisis personal y salir fortalecidos, pero cuando nos estancamos de alguna forma en este proceso podemos desarrollar un trastorno adaptativo, que puede ser de diferentes tipos:
Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo
Trastorno adaptativo con ansiedad
Trastorno adaptativo mixto, con ansiedad y estado de ánimo depresivo
Trastorno adaptativo con alteración mixta de las emociones y el comportamiento
Cómo llegamos a una crisis vital
A lo largo de la vida existen momentos de estabilidad emocional que de vez en cuando son interrumpidos por acontecimientos que rompen el equilibrio que habíamos logrado. Estas situaciones nos desestabilizan y normalmente traen consigo nuevas exigencias que no siempre podemos enfrentar con éxito.
En esos momentos nos sentimos desbordados psicológicamente y necesitamos un tiempo, que podría considerarse como un periodo de transición, para poder adecuamos a las nuevas demandas. Obviamente, para lograr adaptarnos tendremos que realizar varios cambios en el plano psicológico y en muchas ocasiones estos son tan drásticos que sobreviene una crisis personal.
Las consecuencias de atravesar una crisis personal
Una crisis personal se puede afrontar de muchas formas. Hay quienes necesitan más tiempo para salir de ella y otros incluso necesitan ayuda profesional. No obstante, en sentido general, es normal que estas situaciones provocan sufrimiento, dolor, tristeza y angustia o ansiedad; emociones que pueden llegar a somatizarse.
Una crisis personal pone a prueba nuestra capacidad de resistencia y nuestra fuerza de voluntad. Ante las crisis podemos adoptar dos estrategias: aceptarlo e intentar salir fortalecidos o, al contrario, hundirse. En ese preciso momento determinamos si la crisis se convertirá en una oportunidad para crecer o en una situación que de lugar a un trastorno adaptativo.
Cómo superar las crisis personales
Una crisis personal o vital no es un trastorno en sí, pero si sentimos que tenemos dificultades para afrontarla es recomendable pedir ayuda. En estos casos la terapia se dirige a lograr que la persona acepte los acontecimientos, active sus recursos de afrontamiento y sus fortalezas y logre reestructurar su “yo” para hacerle frente a las nuevas demandas de una manera más eficaz.
En El Prado Psicólogos trabajamos desde la psicoterapia breve e integramos diferentes herramientas para lograr una aproximación personalizada. Utilizamos tanto la visualización y la reestructuración cognitiva como la hipnosis, el mindfulness y las técnicas EMDR o EFT. De esta manera logramos llegar al fondo de lo que te preocupa para ayudarte a solucionarlo. Con nuestra terapia lograrás:
Aceptar la nueva situación minimizando su impacto emocional y, por consiguiente, logrando que sea menos dolorosa
Desarrollar habilidades de resolución de conflictos
Mayor autoconocimiento y más confianza en tus capacidades
Adecuar tus expectativas a la nueva situación
Aceptar las pérdidas y los cambios como una parte inevitable de la vida
Salir fortalecido desarrollando una actitud más resiliente
Concentrarte en los aspectos positivos que, debido al impacto emocional, no has sido capaz de ver
Por otro lado, una crisis personal muchas veces lo que nos indica es que no estamos satisfechos con algún aspecto de nuestra vida y tenemos que cambiar algo, en estos casos, la crisis personal supone una oportunidad para replantearnos nuestra vida y hacer cambios importantes. En el caso de que la crisis personal tenga como causa una situación externa que no te satisface y que está en tu mano cambiar (aunque tengas miedo o dudas), podemos ayudarte a través del coaching a tomar decisiones y acompañarte en el proceso de establecer y alcanzar nuevas metas para cambiar el rumbo de tu vida.
Recuerda que de cada experiencia, por muy negativa que te parezca, puedes aprender. En El Prado Psicólogos te ayudaremos a superar esta etapa y recuperar tu equilibrio. Contamos con un grupo de psicólogos y coachs que tienen una amplia experiencia en el abordaje de las crisis personales.
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